En la era del Big Data, donde el objetivo se centra en conectar y mejorar la experiencia de nuestro cliente de todas las formas posibles, la neurociencia, en su intento por conocer el funcionamiento del ser humano, cobra una especial importancia. Michael Platt, nos habla sobre cómo la neurociencia puede ayudarnos a abordar las principales decisiones sobre nuestra carrera profesional.
Nuestro yo interno
Platt introduce la idea de la dualidad, de tal forma que en cada persona existe un yo animal, que se mueve por refuerzos básicos (comida, drogas, sexo), y un yo racional, que piensa, planea el futuro y es con quien mantenemos diariamente conversaciones internas. Ambos son parte de nosotros y tienen que trabajar juntos para llegar a una conclusión, un comportamiento que es el resultado de todos estos procesos internos.A pesar de que pueda resultar difícil de asumir, gran parte de lo que hacemos es resultado de procesos que tienen lugar por debajo de nuestro nivel de conciencia, explica Platt, lo que tenemos “bajo control” es bastante menos de lo que suponemos.
Optar por lo simple
Con todos estos procesos compitiendo en nuestro cerebro, la mejor manera de tomar buenas decisiones pasa por simplificar las opciones, dice Platt.La neurociencia ha demostrado que existen limitaciones en la cantidad de cosas que podemos considerar de manera efectiva en un momento dado. Cuántas más cosas estés considerando, más difícil es llegar a la evidencia y tomar una decisión. Por tanto, Platt recomienda en lugar de tratar de sopesar varias opciones de trabajo o carreras, reducirlas a solo dos.
Switchers y Sitters
Cuando uno tiene una razón sólida para tomar una decisión concreta, la decisión es fácil. Pero si uno está satisfecho con su trabajo, o si no tiene tan claro que el nuevo puesto será mejor, esta “carrera” interna llevará más tiempo y será más difícil hacer el cambio, explica Platt.Hay algunos factores que ayudan de forma natural a acelerar o ralentizar este proceso. Uno de ellos es la presión del tiempo, si te dan un plazo para tomar la decisión es posible que el proceso se acelere, también el estrés puede en ocasiones actuar como promotor del cambio.Pero el proceso también difiere entre las personas. Así, Platt distingue entre aquellos que son “conversores” naturales (Switchers), que se sienten cómodos moviéndose de un trabajo a otro con frecuencia; y los “Sitters”, a los que resulta muy difícil variar o salir de la rutina.Hoy en día los expertos están tratando de averiguar qué tipos de estímulos podrían sacar a los “sitters” de la rutina o convencer a los “Switchers” de quedarse donde están.
Las relaciones sociales
Nuestro cerebro está programado para ser social y evaluar los entornos sociales, estando algunos de nosotros más predispuestos a relacionarnos y otros a ser más introvertidos. Sin embargo, hasta para los más sociales, puede llegar a ser difícil hacer networking, y esto, según Platt, es también un efecto secundario de cómo nuestros cerebros ven la interacción.Hay muchas señales no verbales como el contacto visual, o los movimientos sutiles de los músculos faciales, que delatan como nos sentimos con respecto a la interacción. Si no eres sincero, dice Platt, el cerebro de la otra persona lo nota.El networking se hace más fácil cuando ambas partes tratan de crear una relación duradera y sincera, en vez de una relación transaccional. Como señala Platt, el networking es bueno para nuestro cerebro social, la práctica misma de hacerlo tiene un impacto positivo en la salud y la integridad de los circuitos de nuestro cerebro.
Aprovechar la información
La investigación ha ayudado mucho a entender como las personas reaccionan ante los demás, y como establecemos conexiones emocionales o desarrollamos sesgos. Descubrimientos que, como señala Platt, pueden ayudarnos en las entrevistas de trabajo.Platt recomienda buscar puntos comunes con la persona que hace la entrevista, tratar de hacerle creer que estás en el mismo equipo, que tienes los mismos objetivos y enfatizar cosas que te unen con él/ella.Herramientas como LinkedIn y Google hacen que hoy en día sea más fácil que nunca encontrar información básica o incluso detallada sobre el entrevistador, su trayectoria laboral o incluso lo que le gusta hacer fuera de la oficina. Los buscadores de empleo, recomienda Platt, deberían aprovechar eso, y utilizarlo para preparar la conversación.Artículo original: http://knowledge.wharton.upenn.edu/article/using-neuroscience-business-impact/?utm_source=kw_newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=2018-03-20