La hora de la verdad. Ahora, tras las vacaciones, empieza el último trimestre. Es el junio de cuando estudiabas. Si estabas preparado aspirabas al sobresaliente. En lenguaje corporativo si has llegado en presupuesto hasta aquí, necesitas volver al ritmo, arengar al equipo y sudar a raudales subiendo el Tourmalet.
El último trimestre del año en la empresa es similar al final de una gran carrera ciclista: tras el largo recorrido con trabajo constante, llega el momento decisivo. El puerto de montaña más exigente. Aunque, a diferencia de la carrera, al último trimestre le precede un largo periodo de descanso e incluso de baja actividad, lo que dificulta lanzarse al último arreón. Una dificultad que resolver. Imagina que, a tu hijo, justo antes de preparar los finales, lo mandas a la playa con sus colegas… Justo antes detener que demostrar su capacidad para cerrar el año con éxito, superando los desafíos y alcanzando los objetivos para los que ha estudiado todo el año.
Si eres jefe de filas, tienes la responsabilidad de guiar a tu equipo en esta etapa crucial. A continuación, te ofrecemos algunos consejos clave para mantener el ritmo y lograr el sobresaliente en este último puerto de montaña.
1. Comunicación clara
La comunicación clara y constante es fundamental, especialmente en esta etapa. Asegúrate de que todo el equipo esté alineado con los objetivos trimestrales.
2. Seguimiento bestial
Más aún que durante el año. Acláralo, nos lo jugamos ahora. Nos reunimos cada fin de etapa, revisando estatus y progreso, identificando obstáculos y asegurando prioridades. La transparencia y actualización del resultado alcanzado junto a las metas pendientes, no solo genera confianza, sino que enchufan a las personas si se hace bien. Y al que se está quedando “chupando rueda” se le corrige, llama al orden, se intenta que aporte y noreste, y si resta, pues a la cuneta. No aportar al equipo no sólo es un costeen sí mismo, desacelera el ritmo del conjunto.
3. Establece una meta tras otra, clara y medible, grupal e individual
Como el Cholo, partido a partido. Uno a uno y todos juntos. Sangre, sudor y lágrimas para la victoria. Los objetivos a corto plazo pueden dar una sensación de logro continuo, motivando al equipo a seguir dándolo todo.
4. Ante todo somos equipo
Un equipo fuerte y unido es la clave para coronar el puerto. Es necesario, crítico, que todos se apoyen, trabajen y colaboren para resolver los problemas que surjan y compartir la carga del trabajo. Una semana en la playa con colegas no es lo adecuado, pero quizás un día en medio de la batalla, sí.
5. Motiva y premia
En este tramo, puede ser que la fatiga o la desmotivación se instalen en el equipo. Tu responsabilidad es mantener alta la moral y no dejar que baje el ritmo. Celebra las victorias, aunque sean pequeñas y reconoce el esfuerzo individual y colectivo. A cada uno tocando la tecla que le hace sonar más afinado y con más volumen y duración.
6. Gestiona el estrés y el bienestar del equipo
El último trimestre es, o debe ser, un momento de gran presión. Las expectativas son altas y el trabajo se va a acumular. Ten cuidado y estate atento para que no se sobrepase el límite.
7. Cuida la calidad
Avanzando en el trimestre, con trabajo y esfuerzo que se acumulan por igual, puede darse la tentación de correr sacrificando la calidad. Refuerza la importancia de la excelencia en el trabajo y las consecuencias de perderla. Los estándares mínimos no son negociables, ni siquiera a cambio del maillot de líder.
8. Planificar el cierre y arranque del nuevo ejercicio
Concentrado en la etapa reina, no dejes de mirar hacia el futuro. Una planificación efectiva incluye establecer una estrategia clara para cerrar el año, pero también empezar a pensar en cómo el equipo puede arrancar con fuerza en el siguiente. Reflexiona sobre lo acontecido y cómo aplicarse para la mejorar de la eficiencia y el éxito en el próximo tour.
El último trimestre del año puede ser decisivo para determinar si alcanzas el éxito esperado o si te quedas corto. Como jefe de filas, tienes la responsabilidad de guiar a tu equipo a través de este período de alta exigencia. Con una comunicación efectiva, metas claras, motivación continua y un enfoque en su bienestar, podrás conseguir que el equipo supere este último desafío con éxito. Trabajar juntos, confiar en el esfuerzo colectivo y cerrar el año con la misma determinación con la que se arrancó.
Empieza a calentar, ya.