Las empresas llevan más de una década haciendo encajes de bolillos para poner pegamento entre las distintas (opuestas) personalidades de las generaciones coetáneas. La irrupción de la IA parece estar generando un cambio de paradigma: a partir de ahora lo importante será la intención o no de cada individuo de pertenecer a la generación IA.
Pero no sólo eso, para sorpresa de la mayoría de los decisores, se están produciendo dos cambios extraordinarios en la relación entre empresas y profesionales.
Las empresas, al menos recientemente en Estados Unidos, han comenzado a reducir requerimientos de formación y experiencia para poder reducir los costes salariales. Adjunto se presenta un gráfico sobre la variación anual de los sueldos en las vacantes de empleo de EE. UU. entre 2019 y 2024.
Ahora mismo no sabemos si esta tendencia se contagiará a España ni cuál será su evolución, pero sin duda, es una señal para no perder de vista. Quizás empiece a imperar la capacidad de aprendizaje sobre lo ya aprendido.
El otro factor de cambio, este sí contrastado de manera global, es el cambio en los intereses de los profesionales respecto al trabajo.
Desde 2014 hasta la actualidad, los factores más valorados por los profesionales han cambiado sustancialmente. La seguridad en el empleo ha pasado del 7º puesto en 2014 al 1º a finales de 2023. ¡Ojo! Esto no quita que el 64 % de los empleados sientan que tienen la sartén por el mango frente a las empresas. En cualquier caso, se puede tener poder de negociación y miedo al mismo tiempo. Parece que este cambio se sustenta en la evolución tecnológica y los riesgos asociados, la inestabilidad geopolítica y las reestructuraciones.
Por otro lado, la retribución ha pasado de un 8º puesto en el interés de los profesionales al 3º puesto. Aviso a navegantes: seguridad y retribución suben con fuerza.
Pero tal y como hemos venido hablando, en esta situación disruptiva hay que estar muy atentos al efecto de la IA en nuestro negocio, en cada función, cada área y cada puesto. Y claro, también atentos a la previsible adaptación de las personas al cambio requerido.
Según BCG, en una encuesta realizada a 150.000 profesionales en 188 países, el 57 % de las personas encuestadas están dispuestas a un reskilling para adaptarse a la IA. Un 35 % de los encuestados dicen estar dispuestos, pero sólo si no hay más remedio. El resto, simplemente no están dispuestos a cambiar.
Nuestro consejo es empezar, si no lo has hecho ya, a analizar el impacto por área, identificar las resistencias al cambio y cambiar a la resistencia.