Vanguardia o retaguardia. Superficie o profundidad. Gestión de la resistencia con paño de seda, lija gruesa o guillotina. La cuestión es acertar en cómo, cuándo, qué y quién.
Permanecer inmóvil es morir. Moverse antes de tiempo o en la dirección inadecuada también. Vemos algunos ejemplos ilustrativos de win & loss, algunas mejores prácticas y consejos imprescindibles para gestionar la resistencia al cambio.
Conocidos ejemplos de muerte por velocidad limitada:
Nokia: Quizás la más sorprendente de todas, porque inicialmente fue su gran velocidad de adaptación al cambio lo que la llevo de hacer botas de caucho a líder mundial de terminales móviles. Pero como dicen los consejeros de inversión “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”. Se durmió y se equivocó apostando por el sistema Windows Phone.
Kodak: Tardó mucho en pasarse a digital por miedo a canibalizarse y eso que inventó la cámara digital en 1975. Mal rollo.
Blockbuster: ¿Te acuerdas de los video clubs? Llegó demasiado tarde al modelo streaming, aunque lo intentó. The End.
En el otro lado, brillan las transformaciones de Amazon, Apple y Microsoft.
Acertar en el qué y el cuándo es necesario, pero no suficiente. Algunos consejos:
- Anticiparte cuándo tienes una rentabilidad por encima de la media de tu sector te dará una mayor ventaja. Ojo, por encima de la media.
- Planificación y paciencia. La generación de ingresos extra como consecuencia de la transformación tiene su plazo, adelantarse en los recortes puede perjudicar el proyecto.
- Según un estudio de Boston Consulting Group, las transformaciones lideradas por una nueva incorporación obtienen mejores resultados.
- Las transformaciones en empresas orientadas a la innovación y el cambio continuo también prosperan con un incremento de rentabilidad superior.
- El quinto factor es quizás el más importante, el factor humano. Estamos hablando de la resistencia al cambio. No encuentro un mejor ejemplo para un manual contra la resistencia que este vídeo basado en la novela “¿No es obvio?” del Dr. Eliyahu Goldratt. En él se explica cómo conseguir escalar una montaña en cuya cima te espera una olla llena de monedas de oro mientras desdela orilla te llama una sirena y otros factores motivadores y desmotivadores.
En estos momentos de cambios a alta velocidad necesitamos más que nunca ser Transformers.